María Fernanda Molina Diaz1; María Fernanda Nieva Silis2; Juan Héctor de Jesús Vladimir Ramírez Montes3; Jelsyka Quirós Castillo4
Resumen
Resumen. En 1899, Edward Angle realizó la primera descripción de las relaciones oclusales de los dientes. Acorde a las necesidades de adaptar los tratamientos a cada paciente, se dieron cuenta que las maloclusiones en su mayoría venían acompañadas de interferencias oclusales. Una interferencia oclusal se define como cualquier contacto dentario que evita
que las demás superficies oclusales logren contactos estables y armoniosos, mismas que interfieren en la armonía de los movimientos mandibulares excéntricos. Debido a ello, el tratamiento ortodóncico tiene entre sus objetivos llegar a una estabilidad oclusal, estética y funcional; pero con frecuencia permanecen interferencias una vez concluido el
tratamiento ortodóncico, las cuales a largo plazo pueden provocar disturbios del sistema estomatognático. Se ha llegado a implementar una técnica de ajuste oclusal para estabilizar la función y garantizar la salud de este. Objetivo. Mediante una revisión de la literatura, reportar en que movimientos mandibulares y en que dientes se presentaron las interferencias oclusales al término del tratamiento ortodóncico. Material y Método. Se realizó una búsqueda sistemática de 39 artículos en plataformas digitales que contenían información respecto a las palabras claves utilizadas: interferencias oclusales, oclusión funcional, movimientos mandibulares. Resultados. El estudio reveló que existe mayor porcentaje de interferencias en el área de no trabajo y durante los movimientos de lateralidad, el grupo molar fue el de mayor cantidad de interferencias, también se presentaron interferencias en el movimiento protrusivo en el área de trabajo y en línea de cierre. Discusión. Las correctas relaciones oclusales son la base del adecuado funcionamiento del aparato estomatognático. Al concluir el tratamiento se debe lograr una neutroclusión de caninos, puesto que guía el movimiento de lateralidad.
Conclusión. Las interferencias en todos los movimientos mandibulares se situaron en el primer y segundo molar, cuanto más posteriores son las interferencias, mayor es el riesgo de una disfunción temporomandibular.